Acompañado por Philippe de Korsak, antiguo piloto profesional reconvertido a entrenador, una empresa del sector automóvil pudo permitir a sus 25 empleados experimentar sensaciones intensas e inéditas de conducción sobre hielo, a 70 km del Círculo Polar Ártico.
La privatización de este circuito de hielo en Laponia ha resultado ser una experiencia excepcional para nuestros clientes.